Hace unos días me he enterado que un amigo de mi cuñado ha entrado en diálisis. Sé que va a notar muchos cambios en su vida, aunque de momento piense que no son muchos, pero poco a poco, verá que su vida es distinta a como él la había planeado. De repente te levantas un día, y te ves acudiendo a un hospital a conectarte a una máquina que hace los efectos de tu riñón en lugar de acudir a tu trabajo como cualquier persona normal y sana, y seguramente te preguntas: ¿porque yo? ¿porque no ha sido el de enfrente o el de al lado? tienes dos caminos: o matarte la cabeza intentando hacer ese rompecabezas imposible, o intentar evadirte todo lo que puedas.
Yo, gracias a dios, tengo una personita que me ayuda a evadirme muchísimo, y esa es mi hija, que no para ni un momento y me hace estar todo el día ocupada con ella, aparte, por supuesto de mi marido que también me ayuda muchísimo.
Pero claro, para todos yo sé que no será tan fácil, porque quizá no tengan la manera de evadirse o la facilidad que tengo yo. Yo creo que lo mejor es tratar de tener la mente ocupada en otras cosas, o si no, buscarte ocupaciones dentro de tus limitaciones.
Esta no es distinta de cualquier enfermedad, porque cuando te llega, no creías que te fuera a pasar a tí nunca, pensabas que eso eran cosas que le pasaban a los demás, pero nunca a tí ni a tus seres cercanos, pero está ahí, y mientras esperamos un riñón compatible hay que estar y sobrevivir a todo y a todos, con todas nuestras fuerzas e intentar hacer de nuestra vida un camino lo más confortable posible.
28/3/07
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