Este ha sido un gran fin de semana, si, creo que se podría denominar así, aunque yo no haya tenido puente y tuviera que ir ayer al hospital, el fin de semana pasado valió muchísimo la pena. Mi marido, Agustín, actuaba el el café- cantante Da Luxe, junto con su amigo y compañero Luis, hacían unos monólogos, los cuales estuvieron sembrados, realmente fantásticos, los dos, geniales, bueno, y se podrían denominar de muchísimos adjetivos más, todos buenos, por supuesto. La gente respondió maravillosamente, se reían mucho, disfrutaban con lo que escuchaban, y eso, desde luego, me enorgullece mucho.
La verdad es que lo de los monólogos salió genial, además acudieron muchos amigos nuestros allí al bar, que eso aún anima más, el sentirte arropado por tu gente.
Y lo mejor de todo vino después, ya que quisimos alargar la noche, y allí, baile vá y baile viene, nos quedamos hasta las 3 y media de la mañana, pasándonoslo estupendamente bien. Bailando, riendo y cantando. Además era una sensación maravillosa, ya que estábamos allí un puñado de gente, que realmente no nos conocemos mucho que digamos, o sea, si, nos vemos en el bar todos los días, pero verdaderamente tampoco es que sepamos mucho cada uno de la vida de los otros, y allí estábamos, como si salieramos todos los fines de semana juntos.
Yo creo que lo realmente bonito fué eso, el estar todos allí un poco más unidos de lo que siempre solemos estar. Ya estamos preparando otra salida como esta, que espero que sea pronto.
Ahí vá una foto del monólogo con Luis. Espero que no tenga que pagar derechos de imagen, je, je, je.